Dirección
Ctra. Mogón, s/n, 23300 Villacarrillo, Jaén
Ctra. Mogón, s/n, 23300 Villacarrillo, Jaén

El espacio protegido de Cazorla, Segura y Las Villas forma uno de los nudos hidrográficos más importantes de la península. Hablamos del territorio donde nacen dos importantes ríos del sur peninsular: el Guadalquivir y el Segura, así como sus afluentes de cabecera.
Nuestra sierra de las Villas, sólo forma parte de la cuenca hidrográfica del Guadalquivir y, en ella, existe una elevada pluviometría, con una eficaz y gran regulación que realizan los acuíferos kársticos de los grandes caudales aportados por estas abundantes precipitaciones. Todos los ríos nacidos en esta sierra, tributan al gran río andaluz y aportan generosos caudales a su curso fluvial.
Más allá de las divergencias por cual pudiera ser su origen, desde nuestras humildes líneas vamos a indicar que nace en el paraje de la Cañada de las Fuentes en el término municipal de Quesada (1350 metros de altura), al sur del espacio natural protegido.
En este punto, relativamente alejado del lugar que nos ocupa, el Betis de los romanos ha excavado un bonito valle de montaña, una de las unidades fisiográficas más importantes de este territorio. Esta unidad forma un relieve estructural elaborado por la explotación de líneas de debilidad y por el vaciado de los materiales blandos triásicos. Todo esto se puede demostrar con ese largo pasillo natural que corre las alineaciones Prebéticas que sigue más al norte del Tranco de Beas, aunque tras haber recorrido alrededor de 50 kilómetros nuestro gran río se abre paso en la muralla pétrea que presenta la Sierra de las Villas traspasándola por la cerrada del Tranco de Beas, ocupada hoy día por la presa de este embalse (uno de los más importantes del país).
Buena parte de la prolongación hacia el norte, es drenada por un importante afluente de cabecera, el Guadalimar (el “río rojo”) que nace en la provincia de Albacete y terminará desembocando en el gran río andaluz más abajo del actual yacimiento arqueológico de Cástulo.
Volviendo al espacio protegido existen otros importantes afluentes del Guadalquivir como son el son el Borosa y el Aguasmulas, ambos de aguas abundantes, resultado de las escorrentías subterráneas procedentes de los Campos de Hernán Pelea, que desde la cima del Blanquillo podemos visualizar, más atrás del gran farallón que presenta el Banderillas.
Y, finalmente, atendiendo a los cursos fluviales de la Sierra de las Villas, cabe destacar grandes torrentes de agua de belleza sinigual en época de escorrentías, que aunque de escasa longitud aportan interesantes caudales al río que abandona la sierra, tierras abajo de la pedanía villacarrillense de Mogón.
De sur a norte y, en el ámbito de nuestra sierra por su fachada occidental surcan una serie de torrentes de montaña de extraordinaria belleza. Tomando como curso fluvial más meridional el río Cañamares, el cual, pudiera servir de límite entre la Sierra de las Villas y la Sierra de Cazorla, parten una serie de torrentes, arroyos o ríos en dirección este-oeste del macizo calcáreo, que reciben el apelativo de Aguascebas. Destacan: arroyos de las Aguascebas de Chorrogil y las Aguascebas de la Fuente del Tajo, los cuales se unen en el embalse de Aguascebas. Aguas abajo del mismo, se conforma el conocido paraje de la Osera, cuyo principal atractivo es la caída del agua desde una altura de 130 metros. Esta majestuosa cascada se configura como la de mayor altura de nuestra comunidad autónoma y la segunda de España. La verdad es que en periodos de precipitaciones el espectáculo es único. Un poco más alto, desde el pico Navazalto (excelente mirador de la sierra a 1350 metros) podemos observar en una línea imaginaria tres grandes saltos de agua que labran continuamente el relieve carbonatado de estas montañas: Chorrogil (56 metros), aliviadero de la presa (30 metros) y la ya mencionada cascada de la Osera. Más al norte nos encontramos con el arroyo de las Aguascebas del Gil Cobo y el arroyo de las Aguascebas Grande, los cuales escapan de la sierra labrando dos hermosísimas gargantas; cueva del Peinero y en la cortijada de Bardazoso. Ambos cursos fluviales, unidos aguas arriba, y con el apelativo de Aguascebas Grande se unen antes de llegar a la localidad de Mogón, con el denominado Aguascebas Chico, proveniente de las aguas que drenaban desde el embalse. Desde este punto, el río recibe el nombre de Aguascebas, el cual en el núcleo poblacional mogonero, desembocará en el río Guadalquivir aportándole a éste, un mayor caudal.
Río Fuente del Tajo, 23/01/2023. | Fuente: José Carlos Martínez Robles.
Por último, es necesario destacar que el régimen hidrológico de casi todos estos ríos es pluvionival, es decir, con aportes hídricos provenientes mayoritariamente del agua de lluvia y en menor medida de la fusión de las nieves invernales.
En la parte baja de la Sierra de las Villas encontramos mayormente ríos con régimen pluvial es decir, todas sus aguas proceden tan solamente del agua de lluvia. Por otro lado, en la parte alta de dicha sierra, se localizan ríos con régimen pluvio-nival, cuyo aporte fundamental procede de las lluvias y, en menor medida del deshielo de las nieves caídas durante la estación invernal.
Con todo lo dicho, la totalidad de los ríos pertenecientes a la Sierra de las Villas, son ríos con un régimen pluvial-mediterráneo o en su defecto pluvio-nival mediterráneo, ya que las aguas de sus caudales proceden de la lluvia (ocasionalmente de la fusión de la nieve) y todos presentan gran irregularidad en su caudal, con notables crecidas, así como estiajes. Los ríos anteriormente nombrados: arroyos de las Aguascebas de Chorrogil y las Aguascebas de la Fuente del Tajo, entre otros muchos, cumplen estás características.
Ctra. Mogón, s/n, 23300 Villacarrillo, Jaén
Ctra. Mogón, s/n, 23300 Villacarrillo, Jaén